Desde el sábado 19 de abril hasta el domingo 11 de mayo de 2008

Desde hace años escribo y pinto mis sueños. Busco comprender esas narraciones nocturnas, su lenguaje, su misterio. Encuentro secuencias de historias que se continúan, como sagas, y habitan un tiempo antiguo. Los sueños son mis maestros, traen mensajes de una voz sabia, lúcida, poderosa. Escucho lo que puedo. Escribo y pinto para escuchar, para ver, para entender. Las pinturas reflejan esta búsqueda y también el encuentro con el norte, un lugar que atravesó mi vida como un vertiginoso viento. Un viento que trae el conocimiento de la tierra y de la piedra, que habla con la misma voz mensajera de los sueños.

Celia Güichal


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El Conventillo Verde, Magallanes 890, La Boca.
Abierto de miércoles a domingo de 12 a 18hs. Del sábado 19 de abril al domingo 11 de mayo de 2008




El Conventillo Verde
Galería de arte
Directora Gabriela Elasche
Magallanes 890 – La Boca
Tel: 4301 0666
gabrielaelasche@yahoo.com


Información de prensa: Violeta Burkart Noë y Gabriela Romero
contacto: romeroynoe@gmail.com

Pescadoras

Cuando no se vislumbra lo eterno se cae en el desasosiego y el abatimiento
(Tao Te King)
Tardecita salteña

















Iruya






Puente de Pucará:¿Hay lugar en mí para esta inmensidad?
Matríz
Abro los ojos en la cama, en el margen, donde lo soñado todavía no es palabra, es experiencia vivida. Primera decisión (o intención): recordar. También se puede olvidar: avanzar hacia la luz potente del día con la decisión de no mirar atrás. / Un fragmento de sueño puede aparecer de pronto como un fogonazo. A veces desaparece como llegó; los músculos poco ejercitados de la memoria onírica retardan el tiempo de reacción, y entonces puede ser tarde. Un sueño puede persistir el día entero, o más, mucho más. Como una caja cerrada, que espera./ Una caja cerrada inquieta, convoca desde una interrogación anterior a las causas./ La caja cerrada puede despertar el hambre. Todo el ser deviene voluntad de visión. Hambre de ver. El cuerpo se dispondrá con firme delicadeza; un sueño no se recuerda como se rompe una nuez.
Vértigo en Maimara















Retorno al hogar
La cuidavida














El rostro de la vida
El árbol de la memoriaTe estaba buscando
.
.
.

Acá estoy
Vuelca la noche



Pocoyo
















Isla de la utopía


Hace más de diez mil sueños que sueño...


Algarrobo


































La muchacha que se casa

¿Quién logra despejar lo turbio con el silencio?
¿Quién, como los antiguos, logra la serenidad pausadamente?
(Tao Te King)

Hacia la liberación



















Volcán
Cuenco
















Brealito